Hoy hace una semana, exactamente, regresaba a casa luego de mis vacaciones. Cuesta ponerse al día con la vorágine diaria, el regreso a la realidad es como un balde de agua fría luego de tanto descanso, pero eso también está bueno. Estuvimos en La Esmeralda , partido de Rocha , Uruguay. Un lugar maravilloso, para quien como yo, ama la tranquilidad y la nada misma.No teníamos ningún estímulo artificial, ni television, ni Internet, ni nada, solo el canto de los pájaros, el sonido del mar, la companía de los sapos, que entraban a la cabaña como si fuera su casa. Adoptamos como mascota temporaria un lagarto; (Juancho, según los niños); que al ser tan respetado por las pocas persona que viven en el pueblo, estaba semi domesticado.Solo dos autos pasaron por el camino frente a la casa en la que estábamos alojados en los días que allí estuvimos. Cuando las criaturas se hastiaban de la naturaleza y la vida primitiva, y se ponían bastante cargosas, ibamos hasta Punta del Diablo que queda a unos 15 km. de La Esmeralda. Debo reconocer que mis hijos, sobre todo Matt, soportaron muy bien la falta de computadora y de tele.
Pero las vacaciones ya son un dulce recuerdo y hay que volver, de a poquito a la vida normal, regreso de los chicos a la escuela, de marido a la vida laboral y a mis mil proyectos que quiero concretar este año.No me pregunten porqué, pero siento que este va a ser un año genial, creo que los que interpretaron las profecías mayas se equivocaron y este no va a ser el fin de nada, sino el comienzo de muchas cosas hermosas.
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La Esmeralda, un paraíso natural. |
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Punta del Diablo. |
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La Esmeralda. |
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Punta del Diablo. |
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